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Las luces y sombras de la PAC en su 50 aniversario

Organizaciones agrarias y de cooperativas han apuntado los logros de la Política Agraria Común (PAC), que conmemora este año su 50 aniversario, pero también sus carencias para regular mercados, garantizar la rentabilidad de los agricultores o acabar con los desequilibrios de la cadena de valor.

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El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias, Fernando Marcén, ha recordado que la PAC se ha ido desviando de sus objetivos iniciales -como lograr la suficiencia alimentaria de la población europea y garantizar unos ingresos adecuados a los agricultores-, al introducir otras prioridades como las medioambientales.

Y la PAC tampoco tiene demasiado en cuenta actualmente a los consumidores, en su opinión.

Por ello, Marcén ha subrayado que, en el marco de la reforma de la PAC, sería el momento de «volver a pensar» en aquellos «principios fundamentales» de la PAC con el fin de garantizar la soberanía alimentaria, la rentabilidad de la actividad agraria gracias a unos precios justos y una cadena de valor equilibrada en beneficio tanto del sector agrícola como de los consumidores.

El responsable de relaciones internacionales de la organización agraria Asaja, Ignacio López, ha resaltado que la PAC ha permitido modernizar la agricultura y adaptarla a los mercados y a las nuevas exigencias legislativas -en aspectos como la seguridad alimentaria y la trazabilidad-, pese a que las reglas y condicionantes normativas han cambiado constantemente tras cada período de reformas.

Pero López ha detallado que «algo falla» en la PAC actual cuando las rentas del campo español están por debajo de otros sectores económicos y su población está envejecida, por lo que pide aprovechar el nuevo período de reforma para potenciar la inversión en agricultura e investigación y equilibrar la cadena de valor, «dominada por la gran distribución», para lograr precios justos.

Por su parte, el secretario general de COAG, Miguel López, ha criticado que la PAC no haya contribuido a mejorar las rentas en España, que han caído un 31 % desde 2003 -en contra de la tendencia del resto de países de la UE- y haya ido abandonando algunos de sus objetivos básicos originales en favor de políticas «neoliberales».

López ha considerado que es el momento de plantear algunas cuestiones, como fomentar la preferencia comunitaria porque, según recuerda, la producción en Europa tiene unos condicionantes y unos costes diferentes a la que se realiza en terceros países.

Desde UPA reconocen el papel de la PAC para el modelo de producción familiar, por lo que reivindican su vigencia, la necesidad de que esta legislación salga «actualizada y fortalecida» del proceso de reforma actual, sea más justa y eficaz.

También ha destacado que debe proporcionar estabilidad a las políticas agrarias en la Unión para que los profesionales puedan realizar sus inversiones y planificar su actividad a largo plazo.

Para UPA, la PAC supone una inversión de apenas 30 céntimos de euro al día para los ciudadanos europeos, que a cambio obtienen suministro estable de alimentos, seguridad alimentaria, pervivencia de los habitantes en los pueblos, vertebración de las zonas rurales y cuidado del territorio y el paisaje de la Unión.