La región de Mossoró, al Norte de Brasil, empieza a recibir las primeras lluvias desde el día 20 de enero y esto supone el fin de la campaña de melón en esta zona. De hecho, algunas operaciones que estaban ya firmadas para embarcar melón de Brasil a los operadores europeos han quedado finalizadas ante la mala calidad de la fruta por el efecto de las lluvias.
Esta entrada de lluvias se produce unos días antes de lo esperado y viene a empeorar el pésimo ejercicio en melón de este año en Brasil, «donde no se han cumplido las expectativas y alguna empresa de referencia se ha visto obligada a cerrar y otras se encuentran en una delicada situación financiera», señalan profesionales del comercio del melón brasileiro consultados por FyH Hoy.
De cara a la campaña que viene, las empresas de referencia ya han comunicado, en su inmensa mayoría, que no incrementarán sus hectáreas ni sus producciones ante el frenazo en la evolución de demanda de melón en Europa.
