Las lluvias que está sufriendo Almería desde la semana pasada han disparado el precio del calabacín, que tradicionalmente repunta sus precios en los meses de diciembre a febrero. La jornada de ayer fue especialmente intensa, ya que el precio disparó su cotización en 50 céntimos y alcanzó los 2,29 euros por kilogramo.
La falta de oferta y las complicaciones de la recolección son los elementos claves. No obstante, «estos precios no permiten la fluidez de las operaciones ya que el calabacín en destino se dispara y las ventas se ralentizan», señala Rogelio Villanueva, presidente de Lomanoryas.
Villanueva advierte que este precio no se mantendrá mucho, ya que las ventas tenderán a caer en destino y propiciará un colapso de producción en los mercados y estocaje.
En la actualidad, Francia y Reino Unido son los mercados de demanda de calabacín español y de Marruecos, mientras que los discount alemanes esperarán a la semana que viene para volver a sus volúmenes habituales.