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Las levaduras naturales inhiben formación de mohos en la fruta, según estudio

Investigadores de la Universidad de Extremadura (UEx) están desarrollando técnicas de biocontrol a través de levaduras que permiten prolongar la vida útil de la fruta y su comercialización.

De ahí que la lucha contra los mohos suponga un importante reto para el sector frutícola por las pérdidas que ocasiona en la producción de frutas.

En el caso de la fruta, el biocontrol implica el uso de microorganismos antagonistas, levaduras que están presentes de forma natural en la fruta, y que son capaces de inhibir o disminuir el crecimiento de mohos no deseados.

Para dar respuesta a este problema, investigadores del grupo Calidad y Microbiología de los Alimentos (Camiali) de la UEx, en colaboración con el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex), ya trabajan en este proceso de biocontrol

Los estudios in vitro preliminares han logrado identificar dos cepas de levaduras presentes en el higo con excelentes resultados. "Después de testear 50 cepas de levaduras presentes en fruta, hemos comprobado a nivel de cultivo la capacidad de estas dos cepas de inhibir el crecimiento de mohos patógenos", ha explicado el investigador del grupo CAMIALI, Alejandro Hernández.

Además, un primer estudio en vivo en nectarinas y manzanas confirma estos resultados, con una reducción de crecimiento y germinación de esporas superior al 50%.

"Los estudios preliminares muestran que estas cepas funcionan muy bien tanto a temperatura ambiente como en refrigeración", ha añadido Hernández.

A juicio de los investigadores, el biocontrol presentas muchas ventajas, pues proporciona una defensa natural contra los microorganismos y una alternativa al uso de plaguicidas sintéticos en el control de alteraciones en frutas por mohos.

Estos productos químicos, a pesar de ser efectivos, generan residuos tóxicos para la salud humana y el medioambiente.

En segundo lugar, estas levaduras están ya presentes de forma natural en la fruta, y su seguridad para el hombre puede ser demostrada, de acuerdo con los protocolos de la Agencia para la Seguridad Alimentaria en Europa, conservando, además, las propiedades sensoriales de la fruta.

Estas cepas de levaduras actúan ante la proliferación de mohos de origen exógeno, es decir, por la germinación de esporas que entran en contacto con la piel de la fruta a través de insectos, pequeñas heridas o contaminación ambiental, que se produce durante su comercialización y en nuestros hogares, según explica el investigador de la UEx.

Como las levaduras y los hongos compiten por el espacio y los nutrientes, "si damos a la fruta un baño en una solución de levaduras, cuando llegan las esporas de los hongos no encuentran sitio para germinar ya que espacio está ya cogido por las levaduras".

A esta falta de espacio, se suma que las levaduras son más rápidas que los mohos en consumir los nutrientes, con lo cual, aunque las esporas de moho se instalen no dispondrán de suficiente alimento.

Aunque el proceso de maduración de la fruta no se detiene, sí se retrasa el desarrollo de mohos, tanto por falta de nutrientes como de espacio.