Las subvenciones representaron un 77% de los ingresos de los agricultores franceses el pasado año, según la revista «Agreste» del Ministerio de Agricultura, publicada hoy.
En total, las explotaciones agrícolas recibieron más de 9.600 millones de euros de ayudas públicas en 2006, un incremento del 0,3 por ciento en términos reales respecto al ejercicio precedente, indicó «Agreste», que destacó los cambios en la estructura de las subvenciones.
Las ayudas directas vinculadas a la producción, que eran un 49 por ciento del total de los ingresos en 2000, pasaron a pesar el pasado año un 22 por ciento del total, mientras que las otras aumentaron su parte al 55 por ciento.
Esas modificaciones se explican por la aplicación desde 2003 de la reforma de la Política Agraria Común (PAC), que ha llevado a romper la relación entre las subvenciones y el volumen de producción, y relacionarlas con una serie de objetivos de carácter medioambiental y social.
Por sectores, se mantiene el modelo que ya persistía en las ayudas públicas, y así siguen concentradas en los cereales y en la ganadería bovina y ovina, mientras que «viticultores, arboricultores, productores de frutas y hortalizas y ganaderos de aves y cerdos reciben pocas».
