La FAO afirmó en un comunicado conjunto con el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que «las cooperativas ofrecen perspectivas que los campesinos no pueden alcanzar de forma individual, pues les ayudan a asegurarse el derecho a la tierra y tener mejores oportunidades en los mercados».
Alegó que las cooperativas permitirían a los pequeños campesinos «alcanzar medios de subsistencia sostenibles, mejorar la seguridad alimentaria en sus comunidades y cubrir la creciente demanda de alimentos en los mercados locales, nacionales e internacionales».
«Las cooperativas operan en todos los sectores de la economía, cuentan con más de 800 millones de socios y suponen 100 millones de empleos en todo el mundo, un 20 por ciento más que las firmas multinacionales», agregó en la nota.
«En 2008, las 300 cooperativas más grandes del mundo tuvieron un volumen de negocios total de 1,1 billones de dólares EEUU, comparable con el producto interior bruto (PIB) de muchos países grandes», según el comunicado.
El sector agrícola, que incluye agricultura, silvicultura, pesca y ganadería, es la principal fuente de empleo e ingresos en las áreas rurales, «en donde viven la mayoría de los que sufren hambre y pobreza en el mundo».
Además, el comunicado anunció que la FAO se ha comprometido a brindar en los próximos años «su apoyo a las cooperativas agrícolas».