En declaraciones a Efe, Velasco ha explicado que este año se realizarán las comparativas de cata y análisis físico-químico de las cerezas de Caderechas con otras que ya tienen denominación de origen como las del Jerte para determinar las "diferencias" de sabor, época de recolección, entre otros.
El director técnico del Valle de las Caderechas considera que con estos informes los requisitos están ya "muy avanzados y bastante cerrados" por lo que espera que "a medio plazo" pueda conseguirse el reconocimiento de la Indicación Geográfica Protegida.
A la espera de la IGP, esta semana ha comenzado en el Valle de las Caderechas la recolección de su variedad más temprana, la "burlat" a las que se sumarán el resto en los próximos quince días. Velasco ha explicado que en el Valle de Caderechas se cultivan hasta diez variedades que se distinguen por lo tardío de su recolección ya que, mientras que en otras regiones fruteras españolas la temporada se inicia en abril, en esta zona burgalesa acaba de empezar.
De este modo y gracias al "microclima" de la zona, Velasco señala que las Caderechas proporcionan cerezas de calidad en un momento en el que el resto de la producción ya ha sido vendida. En los últimos años se ha incrementado ligeramente el número de agricultores, que ronda los 30 y cuentan con unas 50 hectáreas dedicadas a las cerezas de Caderechas.
Velasco ha detallado que en la actualidad se rondan los 25.000 cerezos y ha explicado que las plantaciones nuevas tienen más árboles y una producción mayor porque se plantan más juntos, no se deja que crezcan tantos y se recogen mejor.
El director técnico de la marca de calidad ha avanzado que, si todo va según lo previsto, se mantendrá la cantidad de cerezas del pasado año que rondó los 200.000 kilogramos. José Ignacio Velasco ha explicado que, aunque se trabaja en la consecución de la Indicación Geográfica Protegida, este reconocimiento se sumará a la Marca de Garantía que ya realiza un seguimiento estricto de las características de todo el proceso de producción y recolección así como de la calidad de las cerezas que se comercializan.
En este sentido, el director técnico ha explicado que las cerezas del Valle de Las Caderechas se recolectan a mano, sin intervención de medio mecánico alguno y se elige el momento adecuado para ello porque "la cereza es un fruto no climatérico que no madura una vez arrancado del árbol.
Tras la recolección, las cerezas son seleccionadas y se desechan aquellas que no cumplen las características de tamaño y presencia requeridas por la Marca de Garantía que identifica cada caja con un número que permite conocer en qué parcela se ha cultivado y qué tratamientos ha recibido.
Velasco ha señalado que la etiqueta Cereza de Caderechas garantiza su calidad y ofrece información de la trazabilidad de todo el proceso, desde el árbol hasta su almacenamiento.