El mercado italiano siempre se ha caracterizado por su sentido conservador y es el destino donde la uva con semillas tiene más espacio entre los italianos. El 42 por ciento de los italianos siguen consumiendo uva con semilla, según el informe realizado por el Centro Servizi Ortofrutticoli de Italia (CSO), que fue presentado durante la Fruit Logistica de Berlín.
Los resultados del análisis muestran como ha habido una evolución en los últimos tres ejercicios y se ha confirmado la tendencia a favor de la uva sin semillas, hasta el punto de que en tan sólo un año ha crecido la demanda de la uva sin semillas en un cinco por ciento.
El grado de penetración de la uva sin semillas pasó del 53 por ciento en 2022 al 58 por ciento en 2024.
Cambio en las tendencias
No es el único cambio significativo en la uva italiana. Se está produciendo un crecimiento de las variedades tempranas y tardías, por lo que se está produciendo una ampliación del calendario de cosecha en Italia.
También es interesante la comparación entre la primera y la segunda región productora, Apulia y Sicilia, que analiza en detalle las diferencias entre las dos realidades.
El cambio de ritmo hacia nuevas variedades es definitivamente más rápido en Apulia, pero Sicilia también se está poniendo al día con las tendencias actuales de consumo en los mercados nacionales y europeos.
En 2023, en Apulia, las uvas sin semillas representan el 64,7% mientras que en Sicilia solo el 14,5%, pero esta gran desviación no es necesariamente un dato negativo para el sistema nacional de uva de mesa porque «de esta manera las dos regiones y, por tanto, nuestro país, pueden atender mercados diferentes», señaló Massimiliano Del Core, presidente de la Comisión de Italia de la Uva de Mesa CUT.