Así lo anunciaron en una rueda de prensa el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y el primer ministro neozelandés, John Key, tras reunirse en Bruselas.
Key destacó la tradición comercial de su país con el bloque comunitario pero aseguró que "se puede hacer más", por lo que aseguró que "estamos dispuestos a hacer progresos" en la futura negociación de un tratado de libre comercio.
En un comunicado conjunto firmado también por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk -quien se había reunido previamente con Key-, destacaron que las discusiones para "definir el alcance y el enfoque general de las negociaciones debería empezar lo antes posible".
Consideraron que un tratado de libre comercio apoyará el crecimiento sostenible y las inversiones y que "abrirá nuevas oportunidades comerciales y de negocio y generará nuevos empleos para nuestros pueblos".
La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, confió en que el proceso que se abre a continuación permita a los Veintiocho adoptar un mandato a la CE para que negocie el acuerdo en su nombre y poder "iniciar formalmente los procedimientos en aproximadamente un año y medio".
El ministro neozelandés de Comercio, Tim Groser, recordó que su país acaba de cerrar la negociación con Estados Unidos y otros diez estados del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que creará la mayor zona de libre comercio del mundo entre estados y representan el 40 por ciento de la economía mundial.
En cambio, aseguró que "somos extremadamente conscientes de que la otra estrategia comercial de EEUU a través del Atlántico, la negociación del TTIP", el tratado de libre comercio e inversiones que negocian Estados Unidos y la UE y que, de lograrse, superará en importancia al TPP.
"Todo el mundo entiende que si estamos atascados en Ginebra con las negociaciones multilaterales (para la liberalización del comercio mundial), avancemos en frentes múltiples", apostilló.
Las dos partes celebraron también la conclusión de las negociaciones de un acuerdo de asociación sobre relaciones y cooperación, que a su juicio será "una base sólida para expandir nuestras relaciones en las próximas décadas".
Por otra parte, los representantes comunitarios y el primer ministro neozelandés también abordaron las respuestas a fenómenos como la migración global y la crisis de refugiados, y reafirmaron su apoyo a "una solución política" al conflicto en Siria.
"Estamos muy interesados en aprender de nuestros amigos neocelandeses lo que se tiene que hacer para tener una forma adecuadamente ordenada de gestionar la migración", apuntó Juncker.
"Reconocemos los numerosos desafíos que afronta Europa para hacer frente a este desafío", subrayó Key, quien agregó que "estamos aquí para intentar dar apoyo en ese proceso".
La UE y Nueva Zelanda confirmaron, además, su compromiso de garantizar que en la cumbre internacional contra el cambio climático COP21 que tendrá lugar en diciembre en París se logre un acuerdo vinculante.
"Nuestros intercambios hoy demuestran la amplitud de nuestra asociación y nuestra ambición de acercar todavía más a la UE y Nueva Zelanda", declararon.