La UE tiene previsto destinar 210 millones de euros para resarcir los daños provocados en cinco productos considerados los más afectados por la alerta alimentaria: el pepino, el calabacín, la lechuga, el tomate y el pimiento.
El impacto económico causado al sector hortofrutícola español por el brote infeccioso fue importante, ya que las autoridades alemanas señalaron en principio a unas partidas de pepinos españoles como origen de la infección.
España ha solicitado a Bruselas 71 millones de euros para compensar esos daños.
En la reunión de mañana, el Comité de Gestión de la UE, que reúne a expertos de los Veintisiete, decidirá cómo distribuir los fondos en función de las compensaciones reclamadas por cada país.
Las ayudas cubrirán en torno al 50 por ciento de las pérdidas sufridas por los agricultores que se han visto obligados a retirar del mercado los cinco productos referidos.
Aunque la decisión sobre el reparto de las ayudas debía tomarse en principio la semana pasada, finalmente se pospuso porque Bruselas decidió revisar las peticiones presentadas por algunos Estados miembros, al sospechar que se habían producido errores en el cálculo de las mismas.
Uno de los países a los que la Comisión Europea pidió precisiones fue Polonia, que pidió en un primer momento 81 millones de euros.
Por otra parte, el Comité de Gestión tiene previsto analizar la situación del mercado del melocotón y la nectarina, productos sobre los que España, Francia e Italia han pedido compensaciones por los «daños colaterales» causados por la «crisis del pepino».
El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, indicó que la Comisión analizará la posibilidad de revisar el precio de referencia para su retirada, con el objetivo de actualizarlo.






















