Así se recoge en el último informe de avances del Marco de Actuaciones para Doñana del mes de septiembre de 2025, consultado por EFE, en el que se precisa que estos datos se obtienen a partir de las dos campañas anuales de inspección de cultivos que realiza la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) recurriendo a técnicas de teledetección espacial.
Se analizan imágenes de otoño, coincidiendo con la colocación del plástico sobre los invernaderos, y de primavera, al cierre de la campaña. Esta información, una vez procesada, se cruza con datos cartográficos de derechos de riego, declaraciones de la Política Agraria Común, localización de balsas, etc.
De esta forma, de la superficie total actual de cultivos bajo plástico, unas 547 hectáreas (13 %) se sitúan fuera de la superficie agrícola regable (SAR), por lo que se presume su ilegalidad, aunque algunas cuentan con derechos de agua reconocidos.
Este tipo de situaciones motivan las inspecciones de la CHG, desde donde se destaca que la superficie afectada se ha reducido un 20% en la campaña de primavera de 2025 respecto a la campaña anterior.
En la campaña 2024-2025 se inspeccionaron 327,17, lo que dio lugar a 37 denuncias por riego irregular en 314,6 hectáreas, con una captación estimada de 1.646.421 m³.
El informa matiza que dentro del perímetro del Plan Especial de Ordenación de las Zonas de Regadío ubicadas al Norte de la Corona Forestal de Doñana (PEORCFD), existen cultivos de arándanos que no se realizan bajo plástico (tanto dentro como fuera de SAR).
Asimismo, se puntualiza que existen superficies de cultivos bajo plástico localizadas fuera del ámbito territorial del PEORCFD (como ocurre en la zona de Los Hatos).
Por último, se indica que desde la campaña de 2023-2024 la CHG está aplicando una herramienta de teledetección basada en inteligencia artificial que permite disponer de datos en tiempo real -con actualización cada cinco días- sobre los cultivos bajo plástico.
La legalidad de cada superficie se determina comparando las imágenes de satélite con la cartografía de la SAR, las concesiones de agua (vigentes, en trámite o denegadas) y la información catastral.
Sus resultados se publican en un portal web, accesible para todos los ciudadanos (https://teledeteccion.gie-us.es/), con el objetivo de generar un efecto disuasorio que contribuya a reducir de forma significativa la superficie de invernaderos implantados de manera irregular.




















