La fortaleza del dólar y el euro animan a las exportaciones de fruta brasileña, pero los productores se han encontrado con un problema: la sequía. Las expectativas eran positivas pero la falta de agua está complicando las operaciones en mango y uva, por la falta de caudal de oferta. Están habiendo restricciones y problemas con la calidad del agua, que están afectando a la salinidad de agua, lo que está provocando problemas de calidad con el mango y la uva que está llegando a USA.
Las exportaciones de uva están cayendo un 10 por ciento desde enero a septiembre en empresas como Rio Doce.
Desde el Ibraf -Instituto Brasileño de la Fruta Dulce- se confirman estas expectativas de reducción de la oferta y problemas en la logística. "La sequía que sufrimos en la zona del Noroeste es de las mayores de la historia", señalan desde el Ibraf.
Al igual que pasa con el mango y la uva, podría pasar con el melón, aunque en este caso se une que la campaña española de La Mancha aún no ha finalizado y sus precios baratos están provocando que las demandas españolas sean especialmente bajas.