Situación similar a la col, que ha mostrado un alza del 108 por ciento, el apio (62,6 por ciento), el brócoli (62,1 por ciento), y las espinacas (8,9 por ciento) en los últimos 12 meses. La sequía ha provocado que los productores disminuyan la cantidad de hectáreas plantadas y a cosechar una menor cantidad de productos. Si hay menor oferta, los precios suben.
Esta situación de sequía afecta principalmente a las hortalizas de hoja que tienen un ciclo largo de producción (entre cinco y seis meses) como el apio, el repollo, la coliflor o el brócoli, del mismo modo que lo hace con las de un ciclo más corto como la lechuga (entre 90 y 100 días).
El economista de Clapes-UC, Juan Bravo, explica que en invierno hay un efecto estacional en el alza de las frutas y verduras frescas al existir una menor oferta y que esto se vio reflejado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio que se ubicó en 0,5 por ciento.