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La renta agraria británica cae en 2009 un 6,2%

La renta agraria de Reino Unido se redujo

un 6,2% en términos reales en 2009, debido en gran parte a la caída del valor de la producción, que no fue totalmente

contrarrestada por los costes menores de los insumos y el incremento del valor del Régimen de Pago Único.

En 2009, la renta agraria total en Reino Unido fue de 4.007 millones de libras, lo que supone una caída del 6,7% a

precios corrientes sobre los 4.360 millones de libras de 2008. Dicha cifra supone el ingreso generado por la producción

del sector agrario, incluyendo las ayudas y subvenciones. La renta agraria equivalente al trabajador a tiempo completo

fue de 20.995 libras, un 8,7% menos que las 22.813 libras de 2008.

El sector de los cereales y el de la colza fueron afectados por una combinación de precios más bajos y una reducción

del volumen de la producción. El precio de las patatas cayó bruscamente y en general, el valor de la producción de

hortalizas frescas disminuyó en un 4,4%; solo las frutas frescas subieron un 4,8%, al igual que las plantas y flores que

subieron un 9,8%. El valor de la producción agrícola (incluyendo las ayudas) cayó un 3,2% en 2009, a 19.300 millones

de libras. Sin embargo, ha habido considerables diferencias entre los sectores: el valor de los cereales cayó un 25%, el

de la colza un 22%, el de las patatas un 16% y el de la leche un 9,7%, mientras que el valor del ganado ovino aumentó

un 6,4%, el porcino un 17%, el ovino un 21% y las plantas forrajeras un 16%.

Cabe resaltar, como ya se ha esbozado, que el valor de la producción ganadera aumentó un 8,6%, alcanzando los

7.100 millones de libras, gracias a precios más elevados. El valor del porcino fue el más elevado, desde 1997,

llegando a los 1.000 millones de libras. Pero el valor de sector avícola cayó un 1% hasta los 1.600 millones de liras. La

producción de leche se vio afectada por reducciones, tanto de precio como de volumen.

El descenso del valor de la producción fue contrarrestada, aunque solo parcialmente, por unos costes de producción

más bajos. Los costes del consumo intermedio cayeron en total un 1,2%, con reducciones del 12% en los costes de

electricidad y del 7,3% en los del pienso. Los pagos netos por interés disminuyeron un 25% debido a las tasas de

interés inferiores. Pero el coste de los salarios se incrementó en un 4,2%.