Nacional

La potenciación de las infraestructuras hidráulicas, una necesidad

La frivolidad de la Junta de Andalucía, que en alianza con el ecologismo más radical y con los postulados de la “nueva cultura del agua”, ha rechazado sistemáticamente la construcción de nuevos embalses, ha provocado que con la llegada del segundo gran temporal del invierno los embalses andaluces, al límite de su capacidad, hayan desaguado masivamente provocando gravísimos daños a la agricultura y a las poblaciones. Desde el pasado 21 de diciembre la cuenca del Guadalquivir ha lanzando al mar 8.000 Hm3, una cantidad equivalente a la capacidad de almacenamiento de la propia cuenca, un agua más que suficiente para garantizar más de seis campañas de riego. Un escándalo que Andalucía no se puede permitir. Es necesario que la nueva autoridad del agua, la Agencia Andaluza del Agua, de un giro a la actual política basada exclusivamente en el ahorro y la mejora de la gestión y se comprometa a ampliar también la oferta, pues en una región como la nuestra, en la que nunca se sabe cuando va a volver a llover, es imprescindible almacenar la mayor cantidad de agua posible cuando la tenemos al alcance de la mano, con ello evitaríamos también muchos de los daños que se han producido.