El área de Genética de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO) -que pertenece a la Universidad Miguel Hernández (UMH)- trabaja en la recuperación y promoción del tomate variedad «Muchamiel».
Los investigadores, que forman parte del departamento de Biología Aplicada, trabajan con agricultores y la Administración local para la plantación y comercialización de estos tomates mejorados genéticamente.
Según han explicado hoy fuentes de la UMH en un comunicado, tanto el Ayuntamiento de Mutxamel, como Jóvenes Agricultores ASAJA-Alicante y la Universidad Miguel Hernández de Elche han firmado un convenio marco para recuperar uno de los cultivos «más emblemáticos y reconocidos» para el desarrollo del sector agrícola de la provincia.
Dirigido por el profesor y director de la EPSO, Juan José Ruiz Martínez, el proyecto de cooperación ya se ha iniciado con sesiones informativas a agricultores de la comarca y con pruebas piloto en pequeñas plantaciones en colaboración con el Ayuntamiento.
El convenio establece los términos del acuerdo y prevé la realización conjunta de actividades, proyectos e iniciativas que contribuyan a la investigación, recuperación, desarrollo, divulgación y promoción del tomate en la zona.
En cuanto a la promoción y comercialización del producto, está previsto que se gestione la autorización del uso de la marca ‘Comunitat Valenciana’ para este tomate, y se fomenten campañas de difusión, la organización de seminarios, cursos y jornadas técnicas y la firma de convenios específicos con otras entidades.
La colaboración con ASAJA es consecuencia de los resultados de varios proyectos de investigación financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación en el marco del Plan Nacional de I+D relacionados con el desarrollo de variedades de tomate resistentes a múltiples virosis.
El tomate es el tercer cultivo más importante de España en superficie, producción y valor económico, sólo por detrás del olivo y el viñedo y además de ser un producto «muy apreciado y de gran tradición en la dieta mediterránea.
Según ha manifestado el profesor Juan José Ruiz, que inició el programa de mejora genética en 1998, «gracias a las técnicas genéticas hemos podido incorporar resistencias al virus del mosaico del tomate (TMV), el virus de la cuchara (TYLCV) y el virus del bronceado (TSWV) para obtener variedades de calidad organoléptica lo más similar a los tipos tradicionales de tipo Muchamiel y De la pera».