Las manzanas deben ser tratadas con un tratamiento de frío de 55 días y fumigadas con bromuro de metilo e inspeccionadas por técnicos japoneses antes de su envío.
Sin embargo, al menos dos productores norteamericanos han expresado interés en exportar a Japón. El grupo de inspección nipón ya ha visitado un centro de packaging, informa la revista Good Fruit Grower. Estos productores han tenido en cuenta los gastos, pero están dispuestos a introducir su producto en el mercado japonés.
La producción de manzana ha fluctuado y ha disminuido ligeramente en los últimos años en Japón, aunque sigue estando en el top 20 de los principales productores de manzana a nivel global con un volumen medio de 600.000 toneladas en el año 2013, según los últimos datos de la Asociación Mundial de Pera y Manzana.
Un dato a tener en cuenta es que a diferencia de otros mercados de exportación, Japón es un mercado desarrollado donde los consumidores no miran tanto el precio a la hora de adquirir un producto de calidad.
Por el momento, el sector de la manzana de Estados Unidos está intentando desarrollar un nuevo plan de trabajo con Japón que no exigiría la fumigación de la manzana.