Las importaciones de manzana crecieron 95 por ciento en una década al sobrepasar las 300.000 toneladas estimadas al cierre de 2014, provocando una saturación en el mercado mexicano, situación que impactó de manera negativa a la producción nacional.
La saturación del mercado con manzana importada, la mayoría de Estados Unidos, y en los tiempos de la cosecha mexicana, no permite la comercialización del producto mexicano y genera una caída en el precio, informa el diario digital El Financiero.
Según informa el Banco de México, el país se ha convertido en un importador neto de manzana, con una tendencia al alza en los últimos tres sexenios, siendo el año pasado cuando las importaciones de este fruta experimentaron una tasa de crecimiento anual del 15 por ciento, alcanzando 453,9 millones de dólares, lo que ha impactado las condiciones de mercado de la manzana Chihuahua, el estado productor más importante de México, que en este ciclo alcanzó una producción de 440.000 toneladas.
El año pasado, debido a la importación excesiva y a precios dumping al que ingresa la manzana de Estados Unidos al país, el precio al que se les pagaba el kilo de manzana los productores mexicanos era de sólo 0,11 euros, mientras que los costes de producción se situaban en 0,18 euros.
La producción de manzana en los últimos años ha sido de unas 700.000 toneladas con un valor económico superior a 1,7 millones de euros, pero para abastecer al mercado mexicano se requiere de aproximadamente 900.000 toneladas, por lo que el resto se importa de Estados Unidos y Chile, principalmente.
Los mayores estados productores en México son Chihuahua con una participación del 55 por ciento, seguido por Durango con un 16 por ciento, Coahuila y Puebla que representan el 10 y 9 por ciento, respectivamente.
