Son los primeros datos que manejan desde la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y que alertan del descenso rápido de la superficie de tomate en Almería a pesar de que durante el ejercicio 2018-2019 la liquidación media se incrementó en un 12 por ciento, recuperando parte del negocio perdido durante la campaña pasada.
Pero la realidad es tozuda y el nuevo marco legal de mano de obra está provocando que los empresarios productores estén apostando por cultivos que requieran de menos mano de obra o más precoces a la hora de producir.
La Junta de Andalucía lleva dos semanas realizando las declaraciones voluntarias de cultivo y las realizadas en Níjar y el municipio de Almería no son nada halagüeñas. Los horticultores se desplazan hacia el calabacín y hacia el pimiento donde algunas casas de semillas ya hablan de casi 400 toneladas en la comarca de Níjar, una cantidad desconocida en esta zona.
El incremento de costes de mano de obra se está convirtiendo en un problema para los pequeños productores y más para los productores que siempre han apostado por el tomate cherry. De hecho, el gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández Sierra, apuntaba en los datos de presentación de campaña que «el descenso de superficie de tomate en Almería se centraba sobre todo en tomate cherry por los costes de mano de obra».
Detrás de esta decisión hay un problema complejo, ya que el mercado está apostando por el tomate cherry y «Almería mira de espalda al mercado porque estamos reduciendo la superficie de un tomate demandado y dejando este espacio a nuestros competidores», apuntó Fernández Sierra.