La falta de disponibilidad de agua hace mella en la oferta de fresa en Italia con descensos especialmente llamativos. Las fresas al aire libre vieron caer un 33 por ciento su oferta productiva, según la consultora italiana Nomisma.
Los resultados negativos se debieron no sólo a la falta de agua, sino a un descenso de la superficie en la zona norte de Italia, donde se produce el 40 por ciento de la oferta local.
Las fresas bajo invernadero también descienden y lo hacen en un 17 por ciento, impulsadas por el descenso de la producción en Campania-Lucano-Veneto. Los rendimientos se mantienen estables, según Nomisma, pero la superficie se reduce.
El sector de la fresa no pasa por su mejor momento. El incremento de los costes, la reducción de la rentabilidad y la existencia de consumidores a dos velocidades -los que llevan estrategias de ahorro frente a los que buscan calidad- hacen que el cultivo se reduzca.
No es la fresa un producto de rotación entre los italianos. Su cuota en la cesta de la compra es limitada, y sólo supone el 3 por ciento, según el Centro Servizi Ortofrutticoli de Italia (CSO).
Su consumo también desciende y sólo el papel creciente de las tiendas descuento es lo más destacado en el negocio de la fresa en Italia.
La fresa sigue siendo un producto estacional en Italia, «con primavera y verano como las épocas de mayor consumo», expone Chiara Volpato, senior project de Nomisma.
Sigue siendo un cultivo desafiante para los productores, sobre todo a nivel de sostenibilidad, ya que los operadores buscan envases sostenibles ante la demanda de los consumidores y las cadenas.