Las cifras son elocuentes: el número de tiendas de alimentación y supermercados bajo este régimen se ha disparado un 72 % entre 2012 y 2016, al pasar de 3.860 a superar los 6.600 establecimientos. Y subiendo, a pesar de que en los últimos tiempos han aparecido decenas de denuncias de franquiciados en este sector.
Los datos, recogidos en el informe de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) de 2017, reflejan además que por primera vez, el número de supermercados que operan bajo este régimen supera la cifra de tiendas propias (poco más de 6.000).
No obstante, en lo que se refiere a la facturación, los establecimientos propios representaron el 55 % de todos los ingresos de estas empresas en 2016 (unos 5.500 millones de euros), frente al 45 % de las gestionadas por sus «socios».
Aún así, los ingresos también muestran una evolución espectacular si se comparan con los de 2012: las franquicias vendieron por valor de 4.590 millones de euros en 2016, un 54 % más que un lustro antes.