El proyecto de Ley agraria que pasó la semana pasada
de la Comisión de Agricultura al pleno del Senado,
está encontrando dificultades para avanzar,
debido al elevado número de enmiendas presentadas,
que ascienden ya a 280, en un escenario en el
que los senadores que no están presentes en la Comisión
de Agricultura intentan introducir sus proyectos,
y los que sí están presentes intentan obtener
en el pleno lo que no pudieron sacar en la Comisión.
Los demócratas están acusando a
los republicanos de intentar entorpecer la tramitación
de la Ley por el elevado número de enmiendas
que están presentando, mientras que los republicanos
han replicado que en la tramitación de la Ley
anterior en el año 2002, cuando el Congreso era de
mayoría republicana, los demócratas presentaron
más enmiendas que las que ellos están presentando
den la actualidad.
Tal es la situación, que dos senadores demócratas
han pedido formalmente que se adopte el procedimiento
denominado cloture, utilizado para hacer
avanzar proyectos legales que se encuentran atascados.
Este sistema, que forma parte de las normas
de procedimiento del Senado, fue ideado originalmente
para evitar las prácticas que se conocen como
filibusterismo parlamentario, por el que un
grupo de legisladores adoptan maniobras dilatorias
para evitar la votación de una Ley, pero se utiliza
también para hacer avanzar leyes que tienen dificultades
por el elevado número de enmiendas. Si se
aprueba este procedimiento, que debe ser aceptado
por 3/5 de los senadores (60 senadores), se limitaría
el número y las características de las enmiendas,
y se puede restringir el período de debate adicional
a no más de 30 horas.
Estas decisiones se deben a la necesidad de que el
Senado apruebe su versión de la Ley antes de diciembre,
ya que de lo contrario sería ya materialmente
imposible tener una Ley antes de que termine
el año, habida cuenta de que después se tendría
que reunir una comisión mixta Senado Cámara de
Representantes para consensuar una versión unificada
de la Ley.