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La exportación de frutas y hortalizas frescas desciende un 2 por ciento en 2014

El valor de la exportación española de frutas y hortalizas frescas en 2014 descendió un 2 por ciento con relación al año anterior, totalizando 10.475 millones de euros, rompiendo la tendencia creciente mantenida en los últimos años.

Las hortalizas descendieron un 1,4 por ciento, totalizando 4.270 millones de euros, debido al retroceso de las principales hortalizas exportadas como tomate con 960,8 millones de euros (-3 por ciento), lechuga con 551 millones de euros (-3 por ciento) o pepino con 448 millones de euros (-3,5 por ciento).

En volumen, la exportación de hortalizas aumentó un 7 por ciento, totalizando 5 millones de toneladas. La exportación de frutas registró un descenso del 2,3 por ciento en valor y del 1,2 por ciento en volumen, situándose en 6.204 millones de euros y 7 millones de toneladas.

Destaca el incremento de las exportaciones de fresa con 483,5 millones de euros (+3,6 por ciento) o de uva de mesa con 259 millones de euros (+9 por ciento). Por el contrario, ha retrocedido la exportación de frutas de hueso como melocotón, con 318,8 millones de euros (-3,6 por ciento), nectarina con 401,7 millones de euros (-6 por ciento) y albaricoque con 82,9 millones de euros (-10 por ciento).

Andalucía es la principal comunidad autónoma en exportaciones hortofrutícolas con 3.583 millones de euros y un crecimiento del 2 por ciento con relación a 2013, seguida de Comunidad Valenciana con 3.205 millones de euros (-13 por ciento) y Murcia con 2.175 millones de euros (+4 por ciento).

Destacan también Cataluña con 725 millones de euros (+1 por ciento), Extremadura con 170,8 millones de euros (+8 por ciento), Aragón con 124,9 millones de euros (+6 por ciento), Castilla-la Mancha con 88 millones de euros (+17 por ciento), Canarias, con 60,5 millones de euros (-21 por ciento) Castilla y León con 31,7 millones de euros (-26 por ciento) y La Rioja con 3,4 millones de euros (-6 por ciento).

Destinos

Por destinos, la UE representó el 91 por ciento del valor exportado por España en 2014, con 9.561 millones de euros, registrando un descenso del 2 por ciento con relación a 2013. Este descenso se ha debido, según FEPEX, a las políticas de nacionalización del consumo practicadas por distintos gobiernos comunitarios, a la priorización de los circuitos cortos, a la competencia creciente de las importaciones y a la ineficacia de las medidas de gestión de crisis.

Fuera de la UE destaca el descenso de los países europeos no comunitarios, entre los que destacan Rusia (-34 por ciento) debido al veto que se mantiene desde el mes de agosto, Noruega (-6 por ciento) y Suiza (-3 por ciento). Por el contrario, en 2014, ha crecido la exportación a países terceros no europeos con 421,5 millones de euros (+32 por ciento).

Los principales países de destino dentro de este grupo son Brasil, con 70,4millones de euros (+25 por ciento), Canadá con 58,5 millones de euros (+165 por ciento) y Argelia con 56,3 millones de euros (+25 por ciento), datos que ponen en evidencia el esfuerzo comercial que están desarrollando los productores en la diversificación geográfica de sus exportaciones.

La importación en 2014 creció un 5 por ciento en volumen y un 3,6 por ciento en valor con relación a 2013, totalizando 2,4 millones de toneladas y 1.697 millones de euros. El mayor crecimiento se ha producido en las frutas, con un 9,3 por ciento más en volumen y un 8,6 por ciento en valor, totalizando 1,3 millones de toneladas y 1.171 millones de euros.

Plátano, manzana y kiwi son las principales frutas importadas. Las hortalizas registraron una estabilización en el volumen importado, con 1,1 millones de toneladas (+0,7 por ciento) y una caída del valor del 6% totalizando 526 millones de euros, debido al descenso de la principal hortaliza importada por España: la patata, con 152 millones de euros (-36,6 por ciento).

Para FEPEX, el retroceso del valor de la exportación de frutas y hortalizas en 2014 rompe la tendencia de crecimiento de la última década, con la excepción del año 2009, lo que unido a la crisis del mercado interno, con un descenso continuado del consumo, pone en evidencia la necesidad de adecuar las distintas políticas al mantenimiento de la actividad productiva y del empleo.