Los productores de tomate han dejado de ingresar, desde el pasado día 24 de enero cuando se inicio la retirada de tomate de segunda categoría, millón y medio de euros. Esta cantidad estaría en el bolsillo de los productores si hubieran podido comercializar, al precio de 0,29 céntimos de euro alcanzado como media la pasada campaña, las 5.000 toneladas de tomate retirado como estrategia para recuperar el precio del producto en los mercados.
Los analistas, consultados por F&Hoy, señalan varias causas en el desplome de los precios, que la Interprofesional andaluza Hortyfruta intenta frenar con medidas de contención como la retirada de producto antes de que acceda a los canales de comercialización.
Los expertos señalan que la cosecha de tomate se ha retrasado de forma considerable esta campaña. Un hecho que ha provocado una «falsa sensación de buenos precios», concretamente en la producidas y comercializadas entre septiembre y diciembre. Un retraso que ha provocado la llegada masiva de toneladas de producto en enero, y en lo que va de febrero.
La climatología, también, ha jugado su papel. En enero, varios días han registrado temperaturas por encima de los 20 grados. Temperatura que ha provocado que se acelerará la cosecha y se disparará la productividad.
Entre tanto, Holanda ha incrementado en más de 200 hectáreas su producción. Otro factor que ha podido influir ha sido la sensación de crisis económica que se vive. Una sensación que ha arrastrado a la baja el consumo de tomate.