La Comunidad General de Regadíos también ha hecho cuentas y apunta que apenas están secas 300 hectáreas: la crecida del Ebro ha inundado 1.300 de las 1.600 hectáreas que ocupan los campos de cultivo de la ribera. Desde Haro y hasta Alfaro, el Ebro ha superado sus barreras naturales y artificiales recuperando terreno y anegando cultivos, empresas, carreteras…
La presión del caudal sigue siendo elevada y el agua, lejos de retirarse, continúa entrando sin control en la zona de cultivos. Fincas que a primera hora estaban secas cerraron la jornada anegadas, informa larioja.com. Los responsables de la Comunidad General de Regadíos y los agricultores achacaban las fracturas a la falta de mantenimiento. La tercera pata del banco, dicen, es la falta de limpieza del río. «Los ecologistas no dejan limpiar el cauce y las consecuencias las sufrimos nosotros».
Desde el sindicato UAGR daban por perdidas las cosechas de coliflor, acelga y lechuga. «Está todo inundado e incluso hay reflujos, agua que está regresando con lo que el nivel de la inundación no desciende». Lo poco que no está cubierto de agua está manchado de barro y el mercado lo rechazará.En cuanto a los frutales, la mayor preocupación se centra en unas 200 hectáreas ubicadas entre Alfaro y Aldeanueva de Ebro en donde, explican, «el agua está estancada y hay que esperar».
La previsión meteorológica de los próximos días, si se cumple, no ayudará.También las defensas han cedido en Alcanadre. Los agricultores aseguran que los daños son mayores que en 2003 y que buena parte de los caminos están dañados.
En una visita a los municipios zaragozanos de Pradilla de Ebro, Novillas, Boquiñeni y Alcalá de Ebro, el consejero de Política Territorial e Interior, Antonio Suárez, ha asegurado que la limpieza de los ríos es "la gran asignatura pendiente" para minimizar los efectos de las crecidas.
El consejero ha insistido en que esta crecida es "ordinaria", con un caudal inferior al del 2013, pero ha reconocido que ha provocado daños "similares" en los campos y "superiores" en algunas viviendas próximas al Ebro.
Las administraciones están trabajando en el refuerzo de las motas pero es necesario que lo hagan también, ha dicho, en la limpieza de los cauces "para eliminar las gravas que incrementan la altura del lecho del río", según han indicado fuentes del ejecutivo aragonés.