Las primeras estimaciones señalan que la exportación será de 670.000 toneladas, un 10 por ciento más que en 2015, aunque con cifras inferiores a las alcanzadas en años anteriores. Las inclemencias causadas por El Niño ha generado problemas en la polinización, lo que ha provocado un descenso de las expediciones este año del 24 por ciento.
Las bajas temperaturas durante la primavera significan que habrá abundancia de calibres medianos y pequeños este año y ausencia de grandes frutos. Decofrut señala que se espera un aumento en la superficie del 17 por ciento respecto a la variedad Gala hasta las 339.600 toneladas.
Chile es el principal mercado para Estados Unidos, Europa, América Latina y Oriente Medio. El hecho de que el precio del petróleo haya caído, significa que el consumo en Oriente Medio también sufra, lo que dificultará la situación para los exportadores chilenos.
Alcaíno espera que Europa sea un buen mercado. Las existencias son menores que en años anteriores y los problemas con las condiciones de las manzanas europeas significa que los precios internos son bajos. Esto sugiere que la fruta con buen tamaño y coloración podría alcanzar buenos precios, situación que se extrapolaría también al mercado norteamericano.