La Asociación Mundial de Manzanas y Peras (WAPA, por sus siglas en inglés) ha revisado a la baja su previsión inicial de la cosecha 2023 de ambos cultivos, tras el avance hecho público el pasado mes de agosto.
De este modo, y según sus últimas estimaciones, la cosecha de manzanas no superará los 11 millones de toneladas en la Unión Europea (UE), mientras que, en el caso de las peras, rondará los 1,72 millones de toneladas.
Estas cifras son un 4 % y un 6% inferiores, respectivamente, a las previsiones iniciales, que ya entonces apuntaban a un descenso de la cosecha de manzanas del 3,3 % (11.410.681 Tn) y del 12,9 % (1.745.632 Tn) en el caso de las peras.
“Las primeras previsiones se publican durante Prognosfruit, cuando la cosecha está a punto de comenzar”, han explicado desde la WAPA en un comunicado, si bien, con el paso de las semanas, los efectos del cambio climático se han hecho visibles.
“Las condiciones relacionadas con el cambio climático afectaron negativamente a la cosecha en las semanas posteriores a las primeras estimaciones”, han señalado, hasta el punto de que sequías, inundaciones, granizo, e incluso “un mayor riesgo de plagas en toda la UE”, han causado “estragos”.
Pero no todo es negativo. En otros casos, “las lluvias y las noches más frías han impactado positivamente en el desarrollo del tamaño y la coloración en algunas regiones productoras”.