Este descenso en el cultivo del tomate responde a la autorregulación llevada a cabo durante esta campaña por parte del sector tomatero extremeño ante las necesidades del mercado y con el claro objetivo, por tanto, de impulsar este cultivo.
En esta línea, las industrias cooperativas extremeñas, que representan el 40% de la contratación extremeña, han reducido también la cantidad contratada de tomate durante esta campaña. En concreto, en un 23% en total, al pasar de 1,9 millones de toneladas durante el año pasado a 1,1 millones de toneladas en el ejercicio actual.



















