«Los planes abordan profundamente algunas áreas, como las pruebas del equipamiento para emplear pesticidas, pero aportan pocos detalles sobre otras, como la recopilación de información sobre casos de envenenamiento (con los pesticidas)», señala el informa.
Igualmente, el documento destaca que los planes de acción son inconsistentes al establecer objetivos cuantificables y plazos para la aplicación de varias medidas.
La directiva, adoptada por el Consejo y el Parlamento Europeo en octubre de 2009, tenía que estar implementada en el orden jurídico de todos los Estados miembros en diciembre de 2011.
«Tenemos en cuenta estas preocupaciones y trabajamos con los Estados miembros para lograr un uso sostenible de los pesticidas en la forma de cultivamos y producimos nuestros alimentos», agregó.