La CE ha adoptado "formalmente" esta medida de emergencia, anunciada el 18 de agosto, para hacer frente al exceso de oferta de varias frutas y hortalizas afectadas por el embargo ruso a productos europeos, impuesto por Moscú en represalia a las sanciones comunitarias por su actuación en el conflicto ucraniano.
La ayuda, que se aplicará hasta el 30 de noviembre, incluye a los tomates, las zanahorias, la col, el brócoli, las coliflores, setas, los pimientos, los pepinos y los pepinillos, las manzanas y las peras, las bayas, las ciruelas, las uvas de mesa y los kiwis.
El Ejecutivo comunitario "confirma que el brócoli y las ciruelas están incluidos" en la ayuda, y clarificó que también cubrirá las coles, y no solo la col blanca, y las bayas de todo tipo, no solo los frutos rojos.
Para evitar que los fondos se concentren en uno o dos sectores, la Comisión estableció un límite de 82 millones de euros para la ayuda que puede ir destinada a los productores de manzanas y peras, y de 43 millones en el caso de los otros productos.
En el caso de las retiradas que se destinen a la distribución gratuita a bancos de alimentos, escuelas, hospitales y similares, la cantidad financiada por la Unión Europea (UE) puede llegar al 100 por ciento de los costes.
En cambio, cuando las frutas y hortalizas se destinen a otros usos como fabricar abono o extraer energía, o cuando se proceda a su destrucción, la cantidad financiada por la UE se elevará al 75 por ciento, en lugar del 50 por ciento inicialmente previsto.
En cuanto a las frutas y verduras no recolectadas o recolectadas "en verde", antes de su maduración, las ayudas también alcanzarán un 75 por ciento de cofinanciación europea -junto a un 25 por ciento que correrá a cargo de las Organizaciones de Productores (OP)- en el caso de agricultores que formen parte de estas organizaciones, y será de un 50 por ciento para los que no.
Rusia era el principal mercado de exportación de muchas de estas frutas y verduras que se encuentran en plena temporada y que no tienen ninguna opción de almacenamiento en la mayoría de los casos, ni tampoco margen para buscar mercados alternativos al ruso.
La legislación comunitaria establece el máximo de ayuda que se puede destinar a la retirada de varias frutas y hortalizas afectadas por el veto ruso.
En el caso de que se distribuyan sus productos de manera gratuita en colegios, hospitales, bancos de alimentos y similares, los productores de manzanas podrán ser compensados con hasta 16,98 euros; los de peras, con 23,85 euros; los de bayas, 12,76 euros; los de ciruelas, 34 euros; los de uvas de mesa, 39,16 euros; y los de kiwis, con 26,69 euros.
Respecto a las verduras, los productores de coliflores y brocoli podrán recibir 15,69 euros por cada 100 kilos; los de tomates, hasta 27,45 euros; las zanahorias, 12,81 euros; las setas, 43,99 euros; los pimientos, 44,4 euros; los pepinos y los pepinillos, 24 euros; y la col, 5,81 euros.
En el caso de aquellos productos que se retiren y destinen a otros usos, como la producción de energía, la fabricación de abono o su destrucción, los productores de manzanas podrán ser compensados con hasta 13,22 euros; los de peras, con 15,90 euros; los de bayas, con 8,5 euros; los de ciruelas, 20,4 euros; los de uvas de mesa, 26,11 euros; y los de kiwis, con 19,179 euros.
Respecto a las verduras, los productores de coliflores y brocoli podrán recibir 10,52 euros por cada 100 kilos; los de tomates, hasta 18,30 euros; los de zanahorias, 8,54 euros; los de setas, 29,33 euros; los de pimientos, 30 euros; los de pepinos y pepinillos, 16 euros; y los de col, 3,88 euros.