El presidente de la Plataforma Tecnológica Española del CO2, Javier Alonso, ha expuesto estas cifras, procedentes de un estudio de la entidad, para destacar el potencial en términos de empleo de la gestión ambiental del CO2.
Alonso ha participado en la presentación en Barcelona de un monográfico sobre usos del CO2, "un recurso tan bueno que lo comemos y lo bebemos cada día", al aplicarlo para la elaboración del cava o de la Coca-Cola, ha destacado Lourdes Vega, responsable de I+D de Carburos Metálicos y directora de Matgas, un centro de investigación surgido de la colaboración público-privada y situado en el campus de la UAB.
Alonso ha asegurado que la captura del CO2, es decir, el proceso que permite separar este gas de otros que se generan en los procesos industriales para evitar que el CO2 salga a la atmósfera, podría generar 188.000 puestos de trabajo en esa década y unas inversiones de unos 16.600 millones de euros.
Ha comentado que estos empleos provendrían, básicamente, de la construcción de las instalaciones necesarias para capturar el CO2 en grandes consumidores de energía, como puedan ser las cementeras, las fábricas de cerámica, las refinerías o las centrales térmicas.
El transporte del CO2, en forma comprimida, generaría unos 36.500 puestos de trabajo, y el almacenamiento de ese gas fuera de la atmósfera supondría otros 23.300 puestos de trabajo, según Alonso.
A estos empleos habría que sumar, ha comentado, unos 6.000 en mantenimiento de las instalaciones.
Por otra parte, Vega ha subrayado que el CO2 "no es como lo pintan", en alusión a la fama de gas contaminante, y ha destacado que, a pesar de tener efectos contaminantes, cada vez tiene más aplicaciones como materia prima.
Asimismo, ha resaltado que algunas de estas aplicaciones permiten ya que el CO2 sustituya a otros gases más contaminantes, de forma que se recorta el nivel de contaminación.
