El sector agrario alemán, englobado en la Asociación Alemana de Agricultores (DBV), estima que el embargo ruso impuesto a la entrada de los productos agroalimentarios europeos desde agosto de 2014 ha supuesto la pérdida de 1.000 millones de euros para Alemania.
Así lo recoge el último informe del Boletín de Información Exterior del Ministerio español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), en el que se detalla que la DBV calcula que las pérdidas directas se sitúan entre los 600 y los 800 millones, mientras que las indirectas rondan los 1.000 millones.
Durante el período comprendido entre agosto de 2014 y el 4 de agosto pasado, las exportaciones agroalimentarias alemanas hacia Rusia se han reducido a la mitad, situándose en cerca de 900 millones de euros.
La asociación destaca que, en el caso de los productos lácteos y cárnicos, las ventas a Rusia «incluso se han reducido a cero, hecho que también se ha registrado en el caso de las frutas y hortalizas».
La DBV ha subrayado la especial gravedad de los efectos indirectos del embargo, ya que las cantidades de productos que antes se exportaban a Rusia ahora están acumulándose en el mercado interior de la Unión Europea, «presionando adicionalmente los precios a la baja».
La Asociación Alemana de Agricultores ha exigido al Gobierno alemán y a la Comisión Europea un «esfuerzo político adicional» para «lograr restablecer» las relaciones comerciales con Rusia, un mercado que, para Alemania, era el primer destino a países terceros con unas ventas que en 2013 se situaron entre los 1.500 y 1.900 millones de euros