Ambas variedades tienen una planta rústica, con un buen equilibrio vegetativo-generativo, que les permite mantener una producción continuada de frutos de calidad, con calibre (G-GG) y forma homogéneos durante todo el ciclo.

“Con Kostantine y Kasiopea aportamos al agricultor un plus de producción”, afirma Antonio Miguel López, Sales Specialist de pimiento para Almería y Murcia de BASF, quien insiste en su calidad de fruto: “Mantienen muy bien la forma cuadrada, no hacen pico ni tienden a alargar, como tampoco presentan problemas de ‘galleta’ ni ‘peseta’”.
Kostantine y Kasiopea tienen, además, un atractivo color en rojo y amarillo limón, respectivamente, lo que unido a todo lo anterior se traduce en un elevado porcentaje de frutos de primera y, por tanto, un alto rendimiento comercial.
Cuentan, asimismo, con resistencias a L4, spotted y oídio.
La precocidad necesaria
La necesidad de solarizar suelos para desinfectarlos antes de iniciar una nueva campaña, unida a la menor disponibilidad de materias activas para ello, ha acortado los ciclos de cultivo en Murcia.
“Los agricultores buscan precocidad”, insiste López, quien detalla que, de hecho, “los ciclos de cultivo ahora son más cortos, se ha perdido un mes de recolección, por lo que se necesitan cultivos más precoces, que sean más rápidos produciendo, es decir, tienen que dar los kilos en menos tiempo para ser rentables”.
Con Kostantine y Kasiopea, BASF | Nunhems ofrece, precisamente, esa precocidad, mayor aún en el caso de Kasiopea, que puede adelantarse entre 10-12 días a las variedades de referencia de su segmento.
De este modo, los productores no sólo logran terminar el ciclo con tiempo suficiente para acometer la desinfección del suelo, sino que, además, pueden iniciar antes la recolección, abordando con garantías la ventana comercial que se produce en la transición de cosechas entre Almería y Murcia.
El OlimpΩ murciano
Kostantine y Kasiopea son los nuevos ‘dioses’ del OlimpΩ de BASF | Nunhems, dos Californias que, en rojo y amarillo, respectivamente, aportan rusticidad, producción, calidad de fruto y resistencias; todas ellas cualidades claves para lograr la máxima rentabilidad del cultivo.