Portainjertos en melocotoneros, aclareo en manzanos, mallas antigranizo, fuego bacteriano, plantaciones de almendro o la situación de la producción de fruta en Chile cerraban un programa más que interesante para cualquier profesional dedicado al negocio de la producción frutícola.
Uno de los mayores aciertos de sus organizadores es la de poder combinar en el mismo recinto, una oferta técnica con una comercial. Así, más de 100 estands de empresas comerciales mostraban a los visitantes toda la oferta comercial precisa para desarrollar con éxito su actividad.
Además, y esta es otra de las ventajas y que hace única esta Jornada Frutícola de Mollerussa, al estar al aire libre y a lado de los campos de experimentación de la estación experimental del IRTA, las empresas pueden realizar demostraciones in situ de sus productos, intercalando charlas comerciales con estas demostraciones.
Así, un visitante de la jornada puede tener en un mismo recinto la posibilidad de escuchar a los más destacados especialistas nacionales e internacionales en fruticultura y conocer las últimas novedades y productos que presentan las empresas para la producción frutícola, así como ver la aplicación de algunas de ellas en el mismo recinto.
En definitiva, una jornada que destaca por su original y práctica concepción, y que el profesional y las empresas de fruticultura agradecen asistiendo cada año en mayor número. El IRTA ya trabaja en la próxima edición que se celebrará los días 25 y 26 de octubre de 2017.