Concretamente, el sindicato asegura que las cotizaciones en origen se sitúan por debajo de los 0,50 euros el kilo, mientras que los precios de destino llegan hasta los 3,50 euros el kilo.
JARC atribuye esta diferencia de precio a los «desorbitados márgenes de las cadenas de distribución».
Ante esta situación, el sindicato informa de que varios productores se plantean ahora no seguir comercializando la fruta, ya que «los precios no compensan los costes».