En Japón es tradición el "hanami", nombre con el que se denomina a reunirse bajo las flores del cerezo para contemplar su belleza mientras se come y se bebe.
El 23 de marzo la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) anunció que los cerezos estaban empezando a florecer en el templo Yasukuni de Tokio, referente que marca el inicio del "sakura" en la capital.
Una semana después el "sakura" se encuentra en su momento de máximo apogeo en la capital y el sector turístico aprovecha el gran número de japoneses y extranjeros que se acercan para disfrutar del espectáculo natural.
Los hoteles ofrecen paquetes especiales, los restaurantes diseñan menús con el color de las flores de los cerezos y los grandes almacenes como Takashimaya, que vende cajas de comida y dulces tradicionales para disfrutar de los picnis, muestran paneles en inglés y chino sobre el estado de las flores en el cercano parque de Shinjuku.
La ciudad de Narita, al norte de Tokio, ha abierto un edificio cerca del aeropuerto internacional homónimo para disfrutar de los cerca de 300 cerezos del área, además de distribuir panfletos en inglés, chino y coreano.
La fascinación de los japoneses por los cerezos es tal que existen multitud de aplicaciones de internet que facilitan hacer un seguimiento del "sakura", desde en qué momento y lugar han aparecido los primeros pétalos, hasta el efecto de la presión atmosférica en las delicadas flores.