Con la llegada del calor, los consumidores cambian sus hábitos alimenticios por productos más saludables y frescos, como son las frutas y hortalizas. Entre los productos hortofrutícolas que más han aumentado su demanda se encuentran lechuga, zanahoria, melón, sandía, tomate, pepino, cereza, melocotón y albaricoque.
Este cambio de tendencia ha provocado efectos positivos para los productores, que se estaban viendo afectados tras el descenso pronunciado de frutas y hortalizas entre los consumidores italianos.