Una vez aprobada el pasado mes de junio la nueva OCM de frutas y hortalizas para los productos destinados a la transformación, en base a las opciones ofrecidas por Bruselas, el Ministro para las Políticas Agrícolas ha preparado cinco Decretos de aplicación que prevén el paso gradual al nuevo sistema, mediante ayudas que se concederán en base a las superficies plantadas y no a las cantidades de producto entregadas a la industria.
Para tomates, peras, melocotones y ciruelas se pasará al nuevo régimen en el plazo de tres a cinco años, mientras para los cítricos entrará en vigor el próximo año. La elección definitiva a adoptar a nivel nacional deberá comunicarse a la UE antes del primero de noviembre.
Las medidas contenidas en el Decreto de aplicación de la nueva OCM hortofrutícola, para los cítricos destinados a la transformación, contemplan el desacoplamiento total de las ayudas acompañado de una ayuda unitaria por hectárea igual para todos los productores. Esta ha sido la elección realizada para el sector que fue presentada en Catania el 5 de octubre por el Ministro para las Políticas Agrícolas en un encuentro organizado por la Confederación Italiana de Agricultores (CIA).
El Ministro recordó que la reforma es determinante para potenciar la exportación y para la producción de cítricos en Sicilia, una reforma que refuerza el papel de los productores, que podrán mirar al futuro con mayor confianza. El Ministro añadió que para vencer el desafío de la competitividad es indispensable mejorar la comercialización de los productos.
En realidad, el nuevo mecanismo de ayudas desacopladas que se aplicará a partir de la próxima campaña 2008/2009, continúa dividiendo al sector citrícola. Una parte de los productores y, sobre todo, de las empresas de transformación, la mayor parte concentradas en Calabria, sostienen que el techo financiero para Italia, de unos 122 millones de euros, terminará beneficiando a los que nunca han entregado a la industria ni un kilo de producto. Por ello han solicitado un periodo transitorio tal y como se ha decidido en el tomate y otros cultivos, para garantizar las rentas de los productores tradicionales y mantener los niveles de ocupación de la industria durante los próximos años, incluso recurriendo a medios financieros específicos para la reconversión y a canales preferenciales en el marco de los Planes de Desarrollo Rural, que están en fase de aprobación. Hipótesis que podría ser objeto de discusión en la próxima reunión de la Conferencia Sectorial de Agricultura.