Una empresa de Israel, que reproduce y comercializa variedades de plantas híbridas, ha anunciado un nuevo descubrimiento científico: Un tomate que no necesita refrigeración. Esta variedad, llamada Antonella, conserva su firmeza, sabor y aroma y no comienza su proceso de descomposición hasta pasada una semana a temperatura ambiente.
Hazera Genetic pretende desarrollar el producto mejorando su apariencia y sabor con el objetivo de que resista el caluroso verano israelí, donde se alcanzan temperaturas de hasta 47 grados en verano en algunos puntos del país.
La compañía estima que debido a su resistencia al calor y su larga vida, Antonella tiene potencial para ganar un 10% de la cuota de mercado del tomate israelí a corto plazo.