Según ha explicado a Efeagro el presidente de Coopaman, Julio Bacete -agricultor y máximo responsable de la Mesa nacional del Ajo y de la cooperativa Ajos de Las Pedroñeras-, "está claro que el ajo es un vasodilatador" y "siempre ha venido bien para la circulación sanguínea".
Puede sumar otros beneficios y "ahora tendremos la oportunidad de demostrarlo", ha detallado el responsable de Coopaman, una cooperativa de segundo grado formada por otras de la provincia de Cuenca: San Isidro Labrador, de Mota del Cuervo; San Juan, de El Provencio; San Julián de La Alberca, de Záncara; Manchaflor, de San Clemente; y Ajomán, de Santa María del Campo Rus.
"Tenemos mucha ilusión porque se desarrolle este proyecto", dada la relevancia que pueden aportar sus conclusiones a la sociedad y, también, como argumento comercial para el sector cooperativo; a su juicio, este estudio -denominado "Retos"- puede marcar "un antes y un después" para el ajo manchego.
En este contexto, Bacete ha recordado que la investigación es una apuesta decidida de la cooperativa para mejorar el producto, que estos días empieza a cosecharse en Castilla-La Mancha.
Según ha recordado, la recolección de las variedades tempranas arranca a principios de junio y la campaña concluye a mediados de julio con el ajo tardío, el morado de Las Pedroñeras, que tiene su propia IGP.
Este año, los socios de Coopaman han cultivado 2.300 hectáreas, un 72 por ciento de ajo morado y un 28 por ciento de variedad "temprana", aunque la tendencia en los últimos años es que esta última vaya aumentando en las preferencias de los cultivadores al ser más productivo.
"Nos gustaría frenar este tendencia, gracias a las investigaciones que hacemos sobre el ajo morado de Las Pedroñeras, para que no disminuya su producción; pero para eso, la gente tiene que tener un valor añadido y mayor rentabilidad", ha indicado.
En esta campaña, recogerán entre 18 y 20 millones de kilos, en parecidos niveles al ejercicio anterior; este año "esperamos facturar 27 millones de euros" y subir estas cifras de cara a la próxima.
Según ha resaltado, "los precios están empezando muy bien" y hay tranquilidad en los productores, que cada año temen la competencia del ajo asiático.
"Ha faltado ajo en el mundo, quizás por confiar en que todo se podía producir en China", ha remarcado Bacete, quien advierte que es vital que se mantenga este sector en Castilla-La Mancha, del que viven unas 6.000 familias.
En su opinión, "no se puede traer todo desde otros países; nuestra despensa es fundamental y nuestros huertos deben estar preparados para dar de comer a la población".
En este sentido, ha subrayado la creciente internacionalización del sector -"los ajos españoles van a todo el mundo"-; el 70 por ciento de la producción nacional se dirige a destinos internacionales, como la Unión Europea, norte de África, EEUU, Canadá, Brasil o Australia.
"Nos hemos tenido que buscar la vida" para abrir mercados y no depender tanto de la Unión Europea, que el año pasado "no quería aceptar una subida de precios", a pesar de que estaban por debajo de costes.
En Europa, ha incidido, no se exigen las mismas condiciones al ajo nacional que al importado desde China, lo que ha obligado al sector a buscar nuevos horizontes, como los mercados americanos.
Coopaman obtuvo recientemente el premio en la categoría de innovación, que recogió en la última Asamblea de Cooperativas Agro-alimentarias de España, por su apuesta por diferentes proyectos de investigación nacional e internacional.