«Esto resulta relevante porque, al contrario de lo que se piensa, la biodiversidad de microorganismos del suelo es mucho más voluminosa que la biodiversidad vegetal y tiene una influencia decisiva en la salud del agrosistema», ha enfatizado Garbisu, según un comunicado de SEAE, Sociedad Española de Agricultura Ecológica.
Según datos que aportó este científico, el 99 % del alimento depende, en último término, del suelo, y ha advertido que, en los últimos 50 años, la fertilidad de los suelos agrícolas ha disminuido en un 15 % y que el 85 % de la tierra agrícola está degradada.
SEAE ha recordado que la salud del suelo y del agrosistema encabeza la lista de prioridades establecidas en la «Evaluación de los Ecosistemas del Milenio» para reducir el hambre en el mundo en un 50 % para el 2015, ya que «el hambre no es una cuestión de producir más, sino de distribuir mejor lo que se produce».
Por eso es importante que «los agricultores puedan medir de manera sencilla y barata la salud del agrosistema», ha señalado otro de los investigadores de Neiker Tecnalia del Gobierno Vasco Iker Mijangos.
Las «Tarjetas de Salud de Agroecosistemas», creadas por uno de los proyectos Life europeo «sirven como herramientas para el diagnostico que identifican tendencias y sugieren cambios en el manejo para hacerlo más sostenible», ha resaltado Mijangos.
Para SEAE «es importante que los agricultores ecológicos dispongan de esas herramientas y que ellos mismos puedan hacer el seguimiento de sus agrosistemas sin recurrir a los laboratorios cada vez que quieran conocer cómo repercuten sus prácticas en la sostenibilidad del mismo».