Una de las últimas operaciones surgió tras varias reuniones con miembros de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante y empresarios del ramo dentro del plan establecido para la prevención de este tipo de delitos en el ámbito agrícola.
En esos encuentros, el sector expresó su alarma y preocupación ante las estafas que se producen durante las compras de los productos, en las que se llegan a usar contratos o pagarés falsos, con la consecuente pérdida tanto de la mercancía como del importe de su venta.
Dos empresas, una de Orihuela y otra de la Región de Murcia, denunciaron el pasado mes de septiembre la falsificación de contratos, una trama en la que figuraban mercantiles del sector.
En concreto, según fuentes de la Benemérita, se trataba de operaciones realizadas por "corredores" de la zona, contratados, a su vez, por unos terceros, para comprar la fruta y trasladarla a otros almacenes para su exportación a Europa.
Sin embargo, los agricultores no recibieron el importe de la venta y el total de lo sustraído sumaba unas veinte toneladas de mandarina, además del coste de medios empleados en la recogida.
Después de mes y medio de investigación, y en estrecha colaboración con los agricultores, se arrestó a dos personas en la pedanía oriolana de Hurchillo por los supuestos delitos de estafa y de apropiación indebida.
Tras las detenciones se localizó una nave utilizada para el almacenamiento y exportación de los cítricos en la también pedanía oriolana de Arneva.
En esa instalación se aprehendieron 3.000 kilos de mandarinas, de los que no se ha podido acreditar su procedencia y cuyo valor ascendía a 18.000 euros.