España es el país europeo con el nivel más alto de consumo de pesticidas, que en Europa tiene un coste de 136.000 millones de euros anuales por la incidencia sobre el desarrollo del cerebro infantil asociado a la exposición de pesticidas disruptores endocrinos, es decir afectan al sistema hormonal.
Estudios médicos señalan que los pesticidas pueden ser los causantes de enfermedades como autismo, infertilidad, cáncer de mama o próstata, leucemia, parkinson, alergias, asma, problemas respiratorios, entre otras muchas.
Su uso está muy presente en la vida diaria y sus efectos aparecen no necesariamente por la exposición a grandes cantidades sino por un contacto continuado y en índices muy bajos, denunciaron varios de los participantes.
Los pesticidas no están asociados solo a la agricultura, se utilizan en parques y jardines públicos, en zonas ajardinadas de urbanizaciones, bosques para evitar plagas, centros educativos y contaminan no solo el aire sino también el agua, afectando a la biodiversidad.
