«Sin duda estamos viviendo una nueva agricultura que (nos) obliga a adaptarnos al cambio climático para garantizar los alimentos», dijo a Efe el director para Centroamérica y el Caribe de la organización gremial internacional Croplife Latin América, Martín Zúñiga.
Los impactos del cambio climático, que en Honduras ya se evidencian en la actividad agropecuaria y disponibilidad de agua, solo se podrán afrontar con la ciencia y la tecnología, subrayó.
Para Zúñiga, el otro gran desafío que enfrenta Honduras es «la presión que ejercen las plagas sobre la agricultura» y, para ello, recomienda realizar «un combate más inteligente» contra esas pestes, que podrían destruir cerca del 70 % de las cosechas si no se combaten.
«Hay que permitir que el agricultor tenga acceso a nuevas tecnologías, como las semillas transgénicas y los protectores de cultivos, para que pueda impedir que las plagas destruyan las plantaciones», sostuvo el ejecutivo de Croplife Latin América.
Además destacó la necesidad de «adaptar la agricultura tecnológicamente hacia el futuro en función de un nuevo clima» que, aunque se trata de un fenómeno de largo plazo, su dinámica de solución requiere actuar en lo inmediato.
Zúñiga señaló que la mayoría de los agricultores no tienen acceso a la tecnología, y resaltó que Honduras es uno de los dos países centroamericanos, junto a Costa Rica, que tiene cultivos con semillas transgénicas.
El uso de estas semillas es «fundamental para mejorar la productividad, los ingresos y disminuir la presión de las plagas», enfatizó.
El ejecutivo instó a Honduras a poner en marcha políticas de adaptación al cambio climático que les permitan a los agricultores tener acceso a tecnología y créditos para garantizar alimentos a la población.
Zúñiga participó este miércoles en Tegucigalpa en un foro en el que se analizaron los desafíos y oportunidades para el sector agroalimentario, auspiciado por U.S. Grains Council, el consejo de grano norteamericano que se dedica a abrir nuevos mercados.
El ministro hondureño de Agricultura y Ganadería, Jacobo Paz, coincidió con Zúñiga en que el cambio climático y los bajos precios en el mercado internacional son los «principales desafíos» que enfrenta el sector agroalimentario.
El funcionario reconoció que en Honduras hay muchos productores que «no tienen acceso a créditos, ningún tipo de tecnología, ni educación».
Los pequeños productores tienen que «convertir la agricultura en algo más especializado y más productivo» porque de lo contrario «vamos a tener siempre pobreza en el sector rural».
«Los productores deben tomar ciertas precauciones en términos de hacer reservas de agua y otro tipo de estructuras que permitan la captación de agua», subrayó.
Lo anterior se suma al rápido aumento de la demanda local de alimentos para hacer frente al crecimiento de la población y de los niveles de ingresos, precisó el director de la Fenagh.