Esta reducción de precio ayudaría a los consumidores a ingerir alimentos más saludables, sugiere el estudio, mientras que una tasa de 28 céntimos de euros para las bebidas con azúcar podría dar el pistoletazo de salida con un objetivo a largo plazo que se centra en imponer una tasa a una amplia gama de alimentos que incrementan la obesidad.
El estudio, titulado “Food for Thought”, ha sido publicado por la Asociación Médica Británica (BMA). Los investigadores han destacado que la mayoría de la población de Reino Unido no consumo suficientes frutas y hortalizas. “Por lo tanto, se debería tener en cuenta la introducción de medidas fiscales para subvencionar la venta de frutas y hortalizas en Reino Unido, las cuales podrían financiarse con la introducción de un impuesto sobre las bebidas azucaradas”, destacan los investigadores del estudio.
A pesar de los resultados del estudio, la portavoz del Departamento de Salud señaló que el gobierno no está contempla un impuesto sobre el azúcar. Luchar contra la obesidad es una gran preocupación para el gobierno, por lo que ya se ha comprometido para elaborar una estrategia contra la obesidad infantil.
Un portavoz ha manifestado que el gobierno británico desea que la industria de la alimentación reduzca la cantidad de azúcar en los alimentos y bebidas para que los consumidores tengan a su alcance productos más saludables. Sin embargo, diversos representantes discutieron en la conferencia EGEA que la reducción del precio de frutas y hortalizas no es la solución para incentivar el consumo de éstas.
Un estudio de 2007 señalaba que los hogares con ingresos más bajos tienen hábitos alimenticios menos saludables. Además, sugiere que las dietas más saludables doblan el precio a las menos saludables, y que la diferencia de precio entre los alimentos más sanos y los que menos se hace cada vez mayor.
