Además -ha añadido-, «nuestra ilusión es que sea el agricultor de base el que vea y perciba directamente -a través de seguros o ayudas para planes de mejora de explotaciones, por ejemplo- que hay ventajas por sumarse a una EAP y sea él el que le pida a su cooperativa o central frutícola que se sume a la de Indulleida».
En la actualidad, cerca de 18.000 productores son proveedores y algunos de ellos accionistas de Indulleida, una sociedad anónima que está participada por 160 entidades cooperativas y centrales hortofrutícolas.
Para crecer en la gama de verduras -que ahora se centra en el pepino, la zanahoria y el tomate- el equipo de investigación de Indulleida tiene abiertos más de 30 proyectos con varias universidades que se centran en el aprovechamiento de remolacha, apio, col, espárragos, brócoli, espinacas, calabaza, puerro, cebolla y judías, entre otras.



















