Estos resultados «han terminado con las esperanzas de recuperación del sector y han llevado a la ruina a muchos productores que han asistido atónitos a como crecían los costes e insumos necesarios para cultivar y como caían en picado los precios pagados por sus productos».
La Interprofesional ha indicado que para aumentar la productividad de las explotaciones es necesario realizar inversiones en las estructuras productivas, pero con los beneficios actuales el agricultor «no se puede permitir invertir en mejoras», por lo que considera que «el modelo actual de producción se enfrenta a una pérdida continúa de competitividad con respecto a otras zonas productoras».
El margen variable del agricultor -sus ingresos menos sus costes- han caído en las últimas campañas en torno al 26% y en el caso del margen total, ha descendido el 36%.
Otra consecuencia de la crisis es la que afecta a la industria auxiliar que, según ha explicado Hortyfruta, ha habido una caída del número de empresas, pasando de 272 en 2002, a 182 en 2009, y fueron las empresas de construcción de invernaderos, sistemas de control climático, riego, semilleros, maquinaria agrícola y de manipulación o plásticos, las más perjudicadas
El volumen de negocio de las empresas de industria auxiliar ha ido decreciendo pasando de los 1.373 millones de euros en 2007 a los 930 millones de euros en 2009.
Hortyfruta considera que la viabilidad del sector hortofrutícola bajo abrigo tiene un futuro incierto y donde productores, comercializadoras (cooperativas, alhóndigas, almacenes, etcétera), manipuladoras, trabajadores del campo o industria auxiliar se están encontrado en una situación crítica y muchos de ellos, han ido desapareciendo en las últimas campañas.