El estancamiento de las negociaciones, bloqueadas en parte por estos dos asuntos, podría poner en peligro un acuerdo, lo que, según Hogan, «supondría un obstáculo para la innovación». «No llegar a un acuerdo significaría que no habría normas de producción para determinados animales o nuevos productos o sectores», defendió.
Hogan hizo estas declaraciones en respuesta a las críticas de Iofam UE, que agrupa a 180 organizaciones de productores, distribuidores o procesadores, que consideran que «muchos de los elementos presentados como mejoras para la legislación actual podrían aplicarse fácilmente a través de las normas ya existentes». «Posponer el debate sobre lo asuntos más controvertidos puede ser una manera de lograr acuerdo político, pero ¿con qué coste?», advierten las organizaciones.
Los países no logran ponerse de acuerdo, entre otras cuestiones, sobre la posibilidad de establecer un umbral de residuos de pesticidas para poder certificar los alimentos como «bio». Hogan denunció que «partes del sector de la agricultura ecológica sigan impulsando para provocar el colapso de las negociaciones». «Han utilizado una terminología análoga a algunas de las posicionas extremas en el debate del ‘brexit'», concluyó el comisario.