El responsable de Heinz Ibérica ha remarcado que la distribución sigue luchando por crecer y ganar participación de mercado a sus competidores, pero que esta situación se ha tornado en una «lucha» por ser «el más barato y tener mejores promociones».
«Nosotros nos hemos visto obligados a subir precios y hemos tenido que realizar una negociación con los clientes, porque esa sensibilidad hace cinco años no existía y todo se hacía de forma natural; ahora una subida es un tema más delicado», ha expuesto Moncau.
El directivo de Heinz se ha referido así a la decisión adoptada por la compañía de incrementar sus precios ante un aumento de las materias primas que están «ahogando» los márgenes de la empresa.
La firma intenta compensar con «eficiencias de fábrica» esta revalorización de los elementos esenciales para la producción, y ha asegurado Moncau que, hasta la fecha, lo ha «conseguido parcialmente».
Al lograrlo sólo en parte, el director general ha apuntado que Heinz Ibérica se ha visto «forzada» a trasladar alguna de estas subidas de precios al producto.
«Si un tercio de tus costes sube un 30 %, por poner un ejemplo, ya tienes sobre la mesa un 10 % de incremento del producto, y eso es difícil de manejar debido a esa sensibilidad de la distribución a los precios», ha subrayado.
En este sentido, Moncau ha lamentado que, aunque la compañía reduzca sus costes de producción cada año, una subida «exponencial» de las materias primas «se come las más que probables eficiencias» que ha logrado la empresa.
En el primer semestre de su ejercicio fiscal -1 de mayo a 31 de octubre- Heinz ha incrementado su facturación en España un 7,2 %, gracias al crecimiento del mercado interno y al buen comportamiento del kétchup y el tomate frito, que juntas suponen más de un 70 % de sus ventas.
Moncau ha remarcado también que Heinz Ibérica cuenta con un producto «sufrido», que se adapta a la crisis, por ser «el mínimo aderezo que se puede poner a la comida».
Según añade, cada día es «más difícil crecer sobre crecimiento», algo que la firma logra gracias a su apuesta por la mezcla de «tradición e innovación».
En este sentido, ha remarcado la apuesta de la compañía por desarrollar productos «difíciles de replicar» y que aporten algo nuevo al consumidor.
Para hacer frente a este incremento del negocio, Heinz asegura que su planta de Alfaro (La Rioja) aún tiene capacidad de crecimiento, tras haber invertido en este centro cerca de 7 millones de euros en los últimos años y haber elevado el número de empleados en plantilla el pasado ejercicio.
Así, la propietaria de la marca «Orlando» ha insistido en que no necesita otro centro de producción en España para seguir creciendo y que, a pesar de que «siempre piensa en adquisiciones», no existe nada previsto en el corto plazo ya que «no son muchas» las oportunidades existentes «que aporten algo a nuestro portfolio».
En este escenario, Moncau ha aseverado que Heinz ha «dejado pasar» alguna adquisición, pero no por falta de liquidez, ya que si apareciese la oportunidad, la compañía dispone de capacidad para comprar.