Dichos agentes, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, se dedican a las labores de seguridad ciudadana y agrícolas en dichas zonas, orientándose su actuación a controlar las incidencias delictivas en general y particularmente a la lucha contra los delitos cometidos en el campo.
Para esta campaña, la superficie plantada de fresa se sitúa en las 5.400 hectáreas, un siete por ciento menos que en la anterior cuando fue de 5.860 hectáreas que se reparten fundamentalmente entre las comarcas del Condado y la Costa.
A principios de febrero, la Unión de Pequeños Agricultores de Huelva denunció que en enero se registró una oleada de robos en fincas de fresa y frutos rojos de la provincia y reclamó la incorporación al campo onubense de los grupos ROCA de la Guardia Civil, especializados en robos en el ámbito rural.
La UPA señalaba que los agricultores asistían a estos episodios «además de preocupados e indignados, atemorizados sin saber qué se encontrarán a la mañana siguiente en su explotación, o lo que es más grave, que sorprendan in fraganti al asaltante a medianoche, situación en la que correría serio peligro su integridad física». Asimismo, alertaban de que los productos robados suelen ser posteriormente vendidos «a un precio bajo en establecimientos de dudosa legalidad».
